Éstas son algunas señales reveladoras de que necesitas desarrollar tu inteligencia emocional:
- A menudo sientes que los demás no te entienden y esto te hace sentir impaciente y frustrado.
- Te sorprendes cuando otros se muestran sensibles a tus comentarios o bromas y crees que están sobreactuando.
- Crees que caer bien en el trabajo está sobrevalorado.
- Intervienes rápidamente con tus afirmaciones y las defiendes con dureza.
- Esperas que los demás cumplan las mismas altas expectativas que mantienes para ti mismo.
- Crees que los demás tienen la culpa de la mayor parte de los problemas de tu equipo.
- Te resulta molesto cuando otros esperan que sepas cómo se sienten ellos.
¿Y qué puedes hacer si te reconoces en esta lista? En este artículo de Harvard Business Review, escrito por Muriel Maignan Wilkins, encontrarás cuatro estrategias:
- Solicita feedback.
- Sé consciente de la diferencia entre tu intención y tu impacto.
- Da al botón de “pausa”.
- Lleva “tus zapatos” y los del otro.
